sábado, 17 de julio de 2010

Pedagogía

Aproximación conceptual y evolución de la pedagogía



El proceso educacional es propio de la sociedades humanas, los conceptos y definiciones emitidos por diferentes autores son numerosos de acuerdo a su concepción del ser humano y de la sociedad, a su idea de la educación y a su orientación científica, filosófica y/o ideológica.
La educación ha existido desde siempre, por ello puede decirse que el pensamiento pedagógico comenzó su desarrollo desde los inicios de la humanidad como una consecuencia de su devenir histórico, en correspondencia con la necesidad del ser humano de transmitir a sus generaciones la experiencia adquirida y la información obtenida en su enfrentamiento cotidiano con su medio natural y social.
En el desarrollo histórico las concepciones de educación y pedagogía han estado influenciadas por condiciones económicas, políticas, culturales y sociales, las cuales han intervenido, con mayor o menor fuerza, en el proceso de construcción de un nuevo conocimiento pedagógico. Toda educación ha dado origen a una pedagogía, es decir, de acuerdo con el sentido que se le da a la educación depende de la idea que se tiene de la pedagogía.
El término "pedagogía" se origina en la antigua Grecia, al igual que todas las ciencias primero se realizó la acción educativa y después nació la pedagogía para tratar de recopilar datos sobre el hecho educativo, clasificarlos, estudiarlos, sistematizarlos y concluir una serie de principios normativos.
Etimológicamente, la palabra pedagogía deriva del griego paidos que significa niño y agein que significa guiar, conducir. Se llama pedagogo a todo aquel que se encarga de instruir a los niños. La pedagogía fue considerada en primera instancia como el arte de enseñar, haciendo referencia a una práctica que tiene por objeto adquirir unos conocimientos. Hoy presenta varias acepciones, "saber", "disciplina", "discurso", "doctrina", "teoría-práctica".
El concepto de pedagogía no ha poseído un carácter universal, ha pasado, en su evolución, por una serie de etapas: partiendo de un empirista; pasando por la reflexión en torno a la aplicación adecuada de las leyes que rigen los procesos de enseñanza, no sólo como técnica sino también como objeto de análisis.
Ricardo Nassif hace referencia de dos aspectos en los que la pedagogía busca ocuparse del proceso educativo; el primero es como un cuerpo de doctrinas o de normas capaces de explicar el fenómeno de la educación en tanto realidad y el segundo busca conducir el proceso educativo en tanto actividad. Otros autores como Ortega y Gasset, ven la pedagogía como una corriente filosófica que llega a ser la aplicación de los problemas referidos a la educación, de una manera de sentir y pensar sobre el mundo.
En el desarrollo de la práctica, la pedagogía toma en consideración la directriz que a de seguir para que en el proceso de enseñanza, se logre el mayor grado posible de aprendizaje, con un esfuerzo mínimo y una eficiencia máxima, premisa sí se quiere, con base en una relación costo-beneficio que garantice una educación en correspondencia con las necesidades reales del alumno, hasta concebirse como la reflexión que a de guiar e iluminar la práctica (quehacer) del docente, no como una receta sino como una investigación.
En otras palabras, hoy el saber pedagógico cobra sentido, en la medida que el docente asuma su práctica desde la reflexión, la cual le posibilita la investigación, rompiendo la brecha entre la teoría y la práctica.
Por otro lado los discursos pedagógicos y sus diferentes tendencias han estado en una relación dialéctica con otras ciencias de la contemporaneidad entre las cuales se encuentra particularmente la psicología, relacionada esta última directamente con la regulación de las formas como el docente a de desarrollar el proceso de enseñanza, facilitador de un aprendizaje, así mismo la normatización en torno al alumno y las repercusiones que éstas puedan tener en la relación pedagógica.
No obstante, el pensamiento pedagógico emerge con un contenido y una estructura, que le permite alcanzar un cuerpo teórico consolidado, de un saber con identidad propia en el siglo XVII, época en la cual ya la humanidad ha alcanzado un desarrollo científico. Es allí donde la pedagogía adquiere por primera vez el carácter de disciplina asumida como la teoría y práctica de la educación al sustentar con una base teórica fuerte la manera fundamental de enseñar, desde un discurso que logra articular una manera particular de ser docente (maestro), unos procedimientos específicos para espacios delimitados; tal discurso es conocido como la didáctica.
En este periodo se destaca Juan Amos Comenio con su obra "la didáctica magna" publicada en 1632. Esta obra propone los asuntos prácticos de la enseñanza, la organización de la escuela y la conceptualización sobre el procedimiento a seguir para fundamentar lo anterior. En ella ordenó sus planteamientos en torno a las categorías: niño y entendimiento, debido a que desde su interés, señala un método para adecuar el conocimiento y el saber, al estado de desarrollo del entendimiento.
Comenio fue quien, en esencia, estableció los fundamentos de la enseñanza en general, al revelar un espacio de reflexión sobre el saber enseñar, de aquí que se le considere el padre de la didáctica y el primero en plantear lo importante y necesario de vincular la teoría con la práctica, como un procedimiento facilitador del aprendizaje.
En el siglo XVIII, es publicada la obra el "Emilio" en 1762 de Jean Jacques Rousseau, en ésta pone al niño como centro de la pedagogía, al reconocerlo como sujeto diferenciado del adulto y proponer que la educación debe adaptarse a la infancia y a cada una de sus etapas.
Rousseau plantea su propuesta pedagógica en la vocación humana, reconociendo en cada edad y en cada individuo una respuesta a la vocación.
De igual manera sienta unos principios en torno a los contenidos que deben abordarse en cada etapa para preparar al niño y al joven para la vida social. En conclusión, propone una pedagogía que siga la etapa de desarrollo del alumno, resaltando el proceso natural. En segunda instancia, sustenta la necesidad de preparar al joven para la vida social y por último hace alusión al fin social de la educación, al plantear la necesidad de formar buenos ciudadanos.
Con Pestalozzi; se retoma el énfasis en el método de enseñanza, estableciendo la importancia del ambiente familiar en la formación del niño, y como potencializadora de la educación que a de dar la escuela. Para Pestalozzi la educación es el arte de llevar al niño desde intuiciones superficiales a otras claras y distintas. La educación debe proporcionar los conocimientos necesarios para aprender un oficio de tal forma que se prepare "por la vida, para la vida".
Con Herbart la teoría pedagógica es planteada como un sistema independiente, en el cual incluye la didáctica, sin embargo es posible encontrar, en ésta, algunos aportes de principios filosóficos y psicológicos. La educación debe buscar (finalidad) la libertad interna, la perfección, la benevolencia, la justicia y la equidad. Para Herbart los fines de la educación están determinados por la ética y se llega a ellos por medio de la disciplina y la instrucción.
Sin duda alguna es en el siglo XIX en el cual la pedagogía tradicional, como práctica pedagógica, ya ampliamente extendida alcanza su mayor grado de esplendor, convirtiéndose en la primera institución social del Estado.Es entonces, cuando surge la concepción de la escuela como institución que educa al hombre para alcanzar los objetivos que requiere el Estado; en consecuencia la pedagogía tradicional adquiere el carácter de tendencia o corriente, en cuyo modelo estructural presenta, de manera descriptiva y declarativa, la tarea que el docente debe realizar, las acciones que el alumno debe ejecutar, otorgándoles a estos últimos el papel de entes pasivos en el proceso de enseñanza y al cual se le exige la memorización de la información transmitida.
Esta tendencia no profundiza en el conocimiento de los procesos y mecanismos mediante los cuales se desarrolla el proceso de aprendizaje. Se determina los conocimientos y habilidades que se habrán de alcanzar. La información es recibida por el alumno en forma de discurso con una mínima posibilidad de trabajo práctico - experimental, además sin control del desarrollo de los procesos que subyacen en la adquisición del conocimiento, lo que conduce a que la evaluación del alumno esté dirigida a poner en evidencia el resultado de ejercicios meramente reproductivos. En la relación alumno - maestro predomina la autoridad del maestro sobre el alumno, con principios pocos flexibles, impositivos y coercitivos.
Es entonces a finales del siglo XIX y principios del siglo XX cuando se acentúan las críticas a esta tendencia pedagógica y se empieza a hablar de una escuela que tenga en cuenta las características del alumno y sus intereses, que favorezca la colaboración entre todos los miembros de la comunidad, llevando a maestros y alumnos a comprender el valor de la diversidad de los caracteres, que ejerza funciones "científicas" mediante la medición de las aptitudes particulares y los coeficientes intelectuales(C.I), que dé importancia a la espontaneidad, privilegiándola sobre la disciplina, es decir se inicia una pedagogía que tenga en cuenta las contribuciones de la biología y la psicología.
Esta época se caracteriza porque el desarrollo del pensamiento pedagógico ha estado en función de la psicología del niño, en efecto debe concebirse una nueva forma de enseñar que responda a las exigencias intelectuales y afectivas de éste. La influencia de la psicología (psicopedagogía) y la sociología (sociopedagogía) desde los estudios de grupos, en su estructura y dinámica, aportan elementos que enriquecen y posibilitan la renovación escolar.
Desde estos nuevos aportes, las reflexiones de Decroly apuntan hacia la creación de los centros de interés y a promover el método global para el aprendizaje. Por su formación como médico y psicólogo estuvo interesado en los aspectos relacionados con la educación especial. Consideró que no existían diferencias cualitativas entre los niños normales y anormales.
En su propuesta, asigna un gran valor a la herencia y al medio ambiente y como consecuencia de esta valoración, desarrolló juegos educativos y centros de interés, los cuales, están directamente relacionados con el hombre y sus necesidades. Para el aprendizaje de la lectoescritura, plantea el método global el cual puede ser utilizado también para la enseñanza de la ortografía. Su método consiste en la observación, la asociación tiempo - espacio y la expresión concreta y abstracta.

La propuesta de los centros de interés, es quizás, la que más renombre le ha dado al pensamiento pedagógico de Decroly, por romper con los programas tradicionales al sustituirlos por "ideas asociadas", no como lecciones sino como formas de trabajo de acuerdo con el momento y las circunstancias.
Por otro lado, puede decirse que las reflexiones del filósofo y pedagogo norteamericano John Dewey, en torno a la escuela como laboratorio en la cual todo gira alrededor de construcciones que involucren la experiencia, entendida como el ensayar y el saber, marcó la pauta para el inicio de una nueva tendencia pedagógica, en la que se considera a Dewey como el verdadero creador de la escuela activa.
Dewey planteó que el propósito principal del proceso enseñanza - aprendizaje debía estar dado por los intereses propios de los alumnos, es decir, por las fuerzas interiores educativas y el desarrollo de las habilidades.
Para Dewey la experiencia educativa es una reconstrucción constante de aquello que el niño hace y se estructura a partir de lo que vive, y es precisamente esto lo que lleva a la reconstrucción permanente del proceso educativo. Puesto que, las experiencias se plantean a partir de los intereses del niño, es posible garantizar la disciplina, por lo cual no habrá entonces, la necesidad del poder coercitivo y el niño sentirá que aporta al proceso. La escuela es una comunidad, donde el orden y la disciplina se desarrollan a partir del trabajo que el niño realiza.
Claparede en su obra "Psicología del niño y pedagogía experimental", publicada en 1905, postula una pedagogía centrada en el niño en cuanto vive una situación que propicia el aprender. Considera que la infancia es el momento en el que el ser se desarrolla, por lo cual los programas y métodos de la escuela deben hacerse pensando en este periodo de la vida.
Al igual que Dewey considera que el interés debe ser el centro del aprendizaje, por lo tanto la escuela debe asemejarse más a un laboratorio que a un auditorio, el docente se convierte en un posibilitador, despertando las necesidades intelectuales y morales y además apoyando al niño en la adquisición del conocimiento.
Como consecuencia de lo anterior Claparede plantea la importancia de que los maestros asistan a la universidad a prepararse para su labor, familiarizándose con los métodos psicológicos de observación de los niños y su conocimiento.
María Montessori, Propone un método de investigación y de trabajo, en el cual el niño actúa con libertad, permitiéndole crear un ambiente adecuado para experimentar, actuar, trabajar, asimilar, y nutrir su espíritu. Otorga un papel primordial a la educación de los sentidos, para cada uno de los cuales hay un material específico y una actividad motriz. Su propuesta se fundamentó en los principios de: Libertad, actividad y autonomía.
La actividad es desarrollada en un medio organizado, en el cual el docente ayuda al niño a darse cuenta del material y su posible uso; es el niño quien elige, espontáneamente, la tarea y se dedica a realizarla.
Decroly, Montessori y Claparede estructuran una crítica tanto a los sistemas y métodos de la enseñanza como a los fines de la educación. A partir de las reflexiones que ellos hacen, consideran que la acción del docente estará determinada por las capacidades que demuestre al alumno para el aprendizaje.
Por lo expuesto anteriormente, se evidencia una práctica pedagógica, que se caracteriza por dirigir a los alumnos más hacia las prácticas concretas que hacia los ejercicios teóricos, haciendo una crítica profunda hacia los procedimientos autoritarios e inflexibles instaurados en la pedagogía tradicional. La clase taller, clase laboratorio sustituyó la clase de auditorio.
En esta tendencia se enfatiza la importancia que tiene, en el proceso educativo, que el alumno asuma un papel activo, consciente de lo que desea aprender, en consecuencia con sus posibilidades e intereses, lo que trae un cambio importante del rol y las funciones que debe realizar el maestro en el proceso enseñanza aprendizaje, de tal modo, que posibilite alcanzar realmente los objetivos propuestos.
BIBLIOGRAFÍA

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